Wake Up, Girls! Una historia de sueños y desastre

En estas últimas semanas decidimos bajar el ritmo de trabajo en el proyecto de Lain. En su lugar, nos sumergimos en el mundo de las idols, dándonos unos días para ver Love Live! (μ’s). La experiencia fue grata, pero algo hacía falta…

En el pasado ya habíamos visto Gokudolls (comedia + yakuza), Zombieland saga (comedia + zombies), y Revue Starlight (takarazuka surrealista), sin embargo, por mucho que cada una de estas series fuera de nuestro agrado, aún nos faltaba una pieza de realismo para experimentar una verdadera inmersión en el género de los animes de idols. (Quizás bastaba con leer el artículo de Wikipedia dedicado al tema, pero eso lo hicimos después de ver la serie a la que dedicamos esta publicación)

Wake Up, Girls! (WUG) es el anime que estábamos buscando. Una historia que comienza con una pequeña casa productora de Sendai (ciudad de la prefectura de Miyagi, en la región de Tohoku) al borde de la quiebra cuya directora decide crear un grupo de idols como último recurso, y junto al manager de la empresa, se lanzan a buscar talento, aceptando sin recelos a quien acepte el llamado. Poco después, nace el grupo de Wake Up, Girls!


Desde el arte promocional destaca la ausencia del tono festivo que caracteriza a otras obras del género.
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Esta publicación tiene spoilers ligeros sobre la trama general. Usamos las notas al pie de imagen para irnos por las ramas, así que pueden omitirlas si gustan agilizar la lectura.
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1. La historia del anime

El punto de partida para nuestras siete protagonistas no es muy prometedor. Tan sólo en la precuela (Wake Up, Girl! Shichinin no idol. 2014. 52min.), el grupo nace a raíz de un capricho de la directora, quien se esfuma sin previo aviso antes del primer concierto del grupo (con el dinero de la empresa, dejando sólo deudas tras de sí). Luego, ya sin nada que perder, las siete integrantes deciden realizar su debut/despedida de todos modos. (Fin de la precuela)


Sin un vestuario apropiado, en un escenario preparado para un evento no relacionado, con el frío de invierno (durante plena nochebuena de 2013) y con una audiencia casi nula, se realiza el concierto con el que concluye la película.

Luego tenemos la serie principal (Wake Up, Girls! 2014. 12ep.), un camino escarpado con logros pequeños y dispersos que de alguna manera consiguen derivar en un resultado satisfactorio para la agrupación y su agencia. La travesía termina con una oportunidad de oro que surge como resultado del trabajo duro. (Fin de la primera temporada)


Uno de los aspectos más notorios de esta serie es su manera de retratar la industria del entretenimiento en torno a las idols bajo una luz más realista (a veces cruda) que otras series del género, lo cual llega a chocar con el hecho de que hasta cierto punto, WUG como proyecto multimedia funciona en gran manera del mismo modo que aquellos a los que parece señalar de pecadores, si bien, tampoco ahonda demasiado en sus comentarios sobre de la industria, lo que para bien o para mal, termina aligerando el tono de la obra conforme ésta avanza, echando en saco roto ciertas oportunidades de plantear preguntas interesantes en favor de desarrollar una historia más convencional. En la imagen superior, tenemos a las chicas de I‑1club (probable alusión a AKB48), recitando el lema de su grupo.

- - - - Interludio - - - -

Aquí entra un spin off cómico de 10 episodios de 3:30 minutos c/u titulado Wake Up, Girls Zoo!, emitido a finales de 2014-principios de 2015 via el canal de YouTube de Avex Pictures (productora de WUG). La serie principal no carece de comedia, pero ésta jamás es el enfoque de la serie. Este spin off es la dosis de parodia y meta-humor que nunca está de más.


Como parte de las actividades misceláneas que las WUG realizan en la primera temporada, se encuentra un segmento televisivo donde las chicas presentan el clima usando botargas de animales (carnivoros, por algún motivo). Este detalle cómico desaprovechado en la serie, florece en esta media hora de bromas irreverentes.


Así mismo, dos especiales de 7 y 9 minutos (uno protagonizado por las WUG, y otro por las WUGZoo) fueron emitidos en diversos medios y locaciones durante el 2016 (¡Es decir, después de las películas que mencionaremos en un momento!). Ambos se centran en explorar lugares turísticos de la prefectura de Miyagi, como parte de los esfuerzos para reactivar la actividad turística en el sector. Aunque no de manera exclusiva, estos cortos tuvieron por público meta a visitantes de Taiwán (razón de que Airi llege a dicho país por accidente en el final alterno del episodio de las WUGZoo).

- - - - Fin del interludio - - - -

Luego tenemos la segunda parte, compuesta por dos películas (Wake Up, Girls! Seishun no Kage y Beyond the Bottom. Ambas de 2015 y 53 minutos cada una), donde inmediatamente nos topamos con que la oportunidad abierta al final de la primera temporada traía consigo más dificultades de las que el pequeño grupo podía manejar, obligándoles a dar marcha atras, y luego de ver dañada su (ya de por sí escasa) popularidad, comienzan desde abajo, aunque con la experiencia adquirida, consiguen remontar e incluso llegan más allá de lo que habían logrado en la primera temporada. (Fin de las películas)


Nuevas referencias de la vida real aparecen. Por ejemplo, la disquera bvex (en alusión a avex, compañía productora de la serie, y disquera del grupo fuera de la pantalla), también se nos presenta al grupo Next Storm (Imagen adjunta), esta vez referenciando a las mundialmente famosas BabyMetal. Seguramente hay muchos otros guiños aquí y allá, pero nuestro conocimiento en el área no es tan profundo. Por ejemplo, sabemos que las chicas de Oga Namahagezu toman su estética de la mitología japonesa, pero ¿qué grupo de idols en la vida real sale al escenario portando máscaras de oni? Si alguien lo sabe, que nos lo haga saber.

Timeskip de dos años y comenzamos la tercera parte/segunda temporada del anime (Wake Up, Girls! Shin Shou. 2017. 12+1 ep.) con un WUG cuyo éxito alcanzado al final de las películas jamás se repitió, y sobreviviendo más que progresando, la serie ocupa la mitad de sus episodios en mostrarnos a las integrantes de WUG realizando trabajos individuales varios y estrechando sus lazos. La segunda mitad se enfoca en un proyecto para volver al escenario con mayor fuerza que nunca, y (en muy resumidas cuentas) consiguen su objetivo. (Fin de la temporada. ¿Continuará?)


(Imagen promocional de Shin Shou)
Tras grandes cambios en el equipo de producción, la serie viró a un tono mucho más optimista que el llevado hasta ahora. Aunado a eso, el diseño de personajes más estilizados y una paleta de colores mucho más vibrante dejan en claro que el proyecto buscaba renovarse desde la raíz. Si esa decisión fue un acierto o un error, queda a gusto personal.


Cabe mencionar que en la segunda temporada se une a la fiesta de referencias la mismísima Hatsune Miku, “encarnada” por la idol virtual Makina X (interpretada a su vez por la mismísima Mimori Suzuko), quien ocupa el lugar del “final boss” a quienes las idols independientes o de menor impacto en la industria deben hacer frente de manera colaborativa para cerrar el anime felicemente. Vale la pena mencionar que otras seiyuus de renombre le dan voz a personajes secundarios a lo largo del anime.

2. Una historia de sueños (y desastre)

Como podrán notar, la serie tiene un desarrollo más bien simple. Claro que hay desarrollo de personajes, comentarios acerca de la industria del entretenimiento, y buenas canciones, pero como dicta la experiencia, cualquier obra de arte tiene su mayor valor cuando se tiene el contexto adecuado de cómo surgió, en qué condiciones se llevó a cabo, y cuál fue su legado. Es por eso que a menudo no nos basta con la obra como tal, sino que nos sentimos en la necesidad de averiguar un poco más de su trasfondo. (Este blog que lleva activo más de cuatro años podría considerarse un ejemplo de eso)

Dicho eso, la historia detrás de Wake Up, Girls! es bastante interesante. Todo comenzó a raíz del Gran Terremoto de Japón Oriental (11 de marzo de 2011), que junto al tsunami derivado, causó grandes pérdidas en la región de Tohoku en Japón.

Como parte de un esfuerzo por llevar esperanza a los habitantes de la zona, y a manera de memorial a los afectados, el director de anime Yutaka Yamamoto (Yamakan para los amigos) elaboró un cortometraje de cinco minutos titulado Blossom (marzo 2012) haciendo un llamado directo a recordar los eventos y seguir apoyando a la reconstrucción de la zona.


Numerosos proyectos dentro de la industria del anime se sumaron a los esfuerzos para apoyar a las víctimas, ya sea creando piezas de animación, subastando arte original para donar las ganancias generadas, entre otros. En el caso de Blossom, una de aquellas obras creadas para recaudar fondos, es digna de mención la participación de la reconocida banda islandesa Sigur Rós. Lléndonos aún más por las ramas, acabamos de descubrir que este cover de Tokyo Jihen (que lleva en nuestro repertorio desde hace años) fue grabado y publicado precisamente con motivo del desastre, un mes después del mismo.

Poco después ese mismo año, el director se reunió con viejos colegas con el fin de realizar audiciones para la creación de un grupo de idols y un anime paralelo cuya historia se desarrollaría en Sendai, la ciudad más grande en la región de Tohoku. Por supuesto, tomando en cuenta el tiempo transcurrido desde el terremoto, hasta el estreno del anime (pasaron casi 3 años entre una cosa y otra), este proyecto no se centraría en el desastre o sus víctimas, sino en una trama de superación en tiempos difíciles y trabajo en equipo enfocado a transmitir optimismo mediante el canto y baile.


No obstante, la serie se daría tiempo de recordar el desastre y comentar acerca del papel de la industria del entretenimiento durante tragedias similares, por ejemplo, en un episodio las chicas viajan a Kesennuma (lugar arrasado por el tsunami de 2011) de donde una de ellas es originaria. La serie dedica tiempo a recordar el evento desde el punto de vista de un personaje que aún lleva el peso de la pérdida en sus hombros, mientras realiza su propio proceso de aceptación y superación de los hechos.


Asímismo, al final de la primera temporada escuchamos un discurso del presidente de I‑1club, quien hace énfasis en el papel que tienen las idols (y por extensión, cualquier estrella del entretenimiento) en momentos de desastre, como un factor indispensable para recordar a la gente las cosas buenas de la vida (incluso si detrás de las sonrisas y mensajes optimistas hay tanto o más dolor y sufrimiento que el que buscan aliviar). Para ello cita el caso del atentado a las torres gemelas de 2001, y cómo la industria del teatro local buscó reabrir sus puertas a la máxima brevedad incluso durante el estado de pánico colectivo reinante en la ciudad de Nueva York.

Y así comienza el proyecto de Wake Up, Girls!, protagonizado por siete chicas de la región que buscan cumplir sus sueños, unidas a través de la adversidad gracias al apoyo de sus fans y colaboradores, escalando paso a paso desde lo más bajo pero sin jamás darse por vencidas… Y aquí parecerá que estamos hablando de nuevo sobre el anime, pero resulta que esa descripción funciona también para el septeto de seiyuus y grupo de idols conocido como Wake Up, Girls!


En orden de aparición: Mayu Shimada (Interpretada por Mayu Yoshioka), Miyu Okamoto (Miyu Takagi), Minami Katayama (Minami Tanaka), Kaya Kikuma (Kaya Okuno), Yoshino Nanase (Yoshino Aoyama), Airi Hayashida (Airi Eino) y Nanami Hisami (Nanami Yamashita)

Así como las chicas en el anime tenían (en su mayoría) nula experiencia en el canto, baile, o en general, con el mundo del espectáculo, las siete actrices de voz también eran debutantes en el área, y muchas de sus razones para participar en una audición para ser actrices de voz se asimilan a las razones de sus respectivos personajes en la serie. En pocas palabras, el anime fue la razón para crear el grupo de Seiyuus, pero ellas no fueron elegidas para encajar en el rol de un personaje predefinido, sino que los personajes fueron creados a partir de las chicas que aprobaron la audición (lo cuál salta a la vista al descubrir que los personajes comparten el nombre de sus respectivas actrices de voz)

Del mismo modo, dada su inexperiencia en el campo, las debutantes pasaron por un largo período de acoplamiento, en el cual tuvieron que aprender a base de práctica y error a realizar su trabajo (puesto que en última instancia, aunque se las vea muy sonrientes en el escenario, lo que hacen sigue siendo un trabajo con el cual se ganan la vida). Es por eso que el tono realista de la serie tiene mayor peso al considerar que las actrices de voz pasaron por problemas similares en situaciones casi idénticas por razones parecidas. De cierta manera, es como si la serie fuera un documental animado acerca del inicio de la carrera de estas chicas. (claro, con todas las libertades artísticas necesarias para armar un anime atractivo durante el tiempo de metraje limitado)


Una de las primeras presentaciones en vivo del grupo, a finales de 2013, antes del estreno del anime. No hay mucha información al respecto, pero es claramente un evento pequeño, después de todo, WUG es un anime original cuyas protagonistas carecían de reconocimiento en la industria previo a este proyecto. Es digno de mención que esta doble narrativa (la historia dentro y fuera de la pantalla) no nació con Wake Up, Girls!, sino que se podría considerar como una parte natural del desarrollo de la industria del entretenimiento contemporánea, donde los medios de comunicación tan accesibles y un mercado más competitivo exigen estrechar los lazos entre los artistas y su audiencia via conexiones emocionales más profundas. Como parte de eso, la creación de un grupo de novatas estimula la empatía al mostrar a las idols como personas comunes y corrientes persiguiendo el estrellato. Curiosamente, los comentarios que la serie hace sobre la industria sirven como punto de partida para cuestionar tanto a la obra misma, como al proyecto multimedia de Wake Up, Girls! en su totalidad. En pocas palabras, la serie te invita a consumirla tanto como te invita a criticarla (y criticarte a ti en el proceso). Ciertamente una propuesta arriesgada.

Por supuesto, llega un momento en el que la historia en la pantalla y fuera de ésta comienzan a tomar rumbos diferentes. Por ejemplo, es sabido que la producción tuvo serios problemas desde la segunda mitad de la primera temporada, mientras que tales problemas de producción llevaron a que el estudio Ordet (junto a Yamakan, director del estudio) perdiera por completo la ingerencia en el desarrollo de la serie después del lanzamiento de las películas.

No obstante, hablar sobre el drama del departamento de producción es entrar en terreno pantanoso, pues la mayor fuente de información son entrevistas y articulos escritos por individuos potencialmente cesgados y cuya versión de la historia no puede tomarse como certeza total. Especialmente en el caso de Yamakan, cuya tendencia a iniciar rencillas vía internet es tanto o más famosa que su obra.

En fin, durante el lapso de dos años entre las películas y la segunda temporada, las chicas de WUG finalmente solidificaron su dinámica de grupo y ganaron experiencia trabajando en otros proyectos (vinculados o no al doblaje), lo que posteriormente se vería reflejado en la segunda temporada del anime, donde (como ya mencionamos) ocurre exactamente eso mismo en condiciones parecidas.


En el octavo episodio de la segunda temporada se hace un guiño a esto, al mostrar en una de las cortinillas (transiciones a corte comercial) a Airi realizando un lanzamiento en un partido de béisbol profesional, lo cual hace referencia a un partido real llevado acabo poco antes del estreno de la segunda temporada del anime, donde Airi (la actriz de voz) realizó el lanzamiento de apertura en un partido entre las Águilas Doradas de Tohoku Rakuten y los Marines de Chiba Lotte, mientras que Mayu y Yoshino interpretaron el himno nacional. No encontramos el video de dicho partido, pero en su lugar hallamos otro donde Sadako (la niña del aro) realiza el lanzamiento de apertura en un evento similar, lol. Actualización: ya encontramos el lanzamiento de Airi. Véanlo aquí. Por otra parte, aquí está el video del himno nacional. (Yéndonos por las ramas de las ramas, también hallamos un video de Anna Iriyama (ex AKB48) realizando un lanzamiento de apertura en Monterrey, México, país en el que ella ha vivido un buen rato desde que dejó la agrupación)

Pero el anime no podía consistir de 12 episodios de las chicas realizando trabajos separados y estrechando sus lazos en segundo plano. La historia del grupo tenía que dirigirse a alguna parte, de allí que la segunda mitad de la temporada se centre en el conflicto de hallar una locación para el último concierto de la gira nacional, luego de que el escenario programado fuera adquirido por un mejor postor. Por supuesto, luego de más dificultades todavía y tras ver a las chicas superar más obstáculos, el concierto final debía ser un éxito, y así lo fue… por otra parte, fuera de la pantalla la historia fue diferente.

3. Una historia de (sueños y) desastre

Como ya mencionamos, la producción del anime tuvo problemas desde su primer temporada, cuando la carga de trabajo superó las capacidades del estudio Ordet, lo que llevó a la subcontratación de otros estudios de animación para aligerar la carga de trabajo. Uno de los estudios involucrados fue nada más y nada menos que Millepensee (¿no les suena? Y que tal si mencionamos que ese mismo estudio se dedicó a animar Berserk 2016-17. ¿Ahora sí?), estudio que después acabaría a cargo de la segunda temporada, cambiando por completo de staff, sólo manteniendo entre los nombres importantes al grupo Monaca (banda sonora).

Es debatible si estos cambios fueron para bien o para mal, pero es un hecho que Millepensee tampoco fue capaz de mantener la calidad de su animación inicial, aunque en lugar de emular a Yamakan y buscar ayuda en un estudio de animación externo, el director en turno (Shin Itagaki) decidió depurar el trabajo con prolongadas tomas estáticas, dibujos reutilizados de mala manera, y en general, una gran cantidad de escenas o capítulos enteros con una calidad de animación bastante pobre.


Es decir, ya es terrible hacer zoom a un dibujo creado para aparecer a distancia, pero luego contrastarlo con otra imagen apropiadamente ejecutada en el mismo fotograma solamente enfatiza el error. No es difícil percatarse de que tras los primeros episodios la serie se convierte en una presentación de Power Point con la menor animación posible, dejándole todo el peso comunicativo de la serie al diseño de personajes (agradable), a la música (buena), a las voces (buenas), a los efectos de sonido (aceptables) y a la composición de la escena (mediocre).


Así mismo, el uso de animación 3D tampoco se integra de la mejor manera posible con el 2D, aunque de manera aislada tiene puntos favorables, como las tomas en gran angular y movimientos de cámara interesantes (que luego se usan en exceso y pierden su eficacia), sin mencionar que aun de usar el 3D con moderación, sería difícil asimilar la súbita transición entre las tomas estáticas 2D y un movimiento fluido 3D. Caray, incluso en Wake Up, Girls Zoo! hay un episodio que se burla del mal uso de los gráficos por computadora en la industria del anime.

Mientras tanto, en el escenario, las chicas de carne y hueso experimentaban un éxito bastante respetable, pero quizá no el que se tenía anticipado tomando en cuenta la emisión en progreso de la ansiada secuela del anime.

Cuatro meses después de finalizada la emisión del anime, se anunció de manera súbita que Wake Up, Girls! (El grupo de seiyuus-idols) se separaría de manera definitiva al terminar su última gira en marzo del año siguiente (dejando implícito en el proceso que el anime tampoco tendría continuidad). El comunicado afirmó que la razón de la separación era “permitir a las miembros del grupo perseguir sus propias metas y sueños”, aunque entrando al terreno de la especulación, es posible que el equipo de producción llegara a la conclusión de que la franquicia no podría recaudar los recursos necesarios para darle continuidad al proyecto. (Lo cual sería irónico, tomando en cuenta que dentro del anime, varias unidades de I‑1club son formadas y disueltas en un abrir y cerrar de ojos en función de su rentabilidad, lo cual, visto desde el ángulo que la serie prioriza, se trata de una práctica laboral deshumanizante)


Por algún motivo no sólo fue un anuncio súbito para los fans, sino que las propias integrantes del grupo fueron notificadas de la decisión unas pocas horas antes de que ellas mismas tuvieran que dar personalmente el comunicado en su canal oficial de youtube, haciendo énfasis en lo repentino de la situación y en cómo ellas percibían que aún tenían mucho camino por recorrer como grupo antes de considerarse listas para dejar atrás el proyecto.

Y así, con los días contados, las chicas de Wake Up, Girls! Recibieron considerable libertad artística para sacar lo mejor de sí durante su última gira, la cual tuvo su última parada el 8 de marzo de 2019 en la Súper Arena de Saitama (con capacidad para 37mil asistentes), donde se puso punto final a esta pequeña historia de seis años protagonizada por las 7 integrantes de Wake Up, Girls!


No logramos encontrar información concisa, pero no es arriesgado asumir que esta fue la presentación más grande de su carrera grupal. Quizá lo fue… ¿Se habrán agotado los lugares? Alguien tendrá que contar las barritas brillantes en esta foto…

4. La historia continúa

En resumen, el anime y la historia fuera de la pantalla tienen mucho en común, sin embargo el anime quedó con un final abierto que jamás tuvo continuidad, mientras que la agrupación del plano tridimensional, si bien tampoco fue tan longeva como sus integrantes hubieran querido (aunque 6 años definitivamente no son poca cosa), sí tuvo la oportunidad de cerrar el ciclo apropiadamente…

Pero ¿qué pasó después? Bueno, pues resulta que con toda la experiencia adquirida con WUG, las siete integrantes han tomado sus propios caminos con grados variables de éxito dentro y más allá del ámbito del anime, convirtiendo nuevamente una situación desfavorable en el impulso necesario para salir a flote, con nuevas metas y sueños por delante.


Último fotograma de toda la serie. Cerrar con las palabras “This story is only the beginning” puede sonar trágico sabiendo que el anime no continuó. Sin embargo, las historias individuales de cada una de las integrantes de WUG realmente despegaron a raíz de este proyecto, y aunque su historia como agrupación ha concluído, podemos afirmar que en realidad la historia apenas comienza.

Y aquí es donde podríamos dedicar párrafos enteros a detallar en qué punto se encuentra la carrera de las ex integrantes de WUG, sin embargo, evitamos ahondar en la historia de ellas (y de sus respectivos personajes en la serie) para desvelar lo menos posible de la experiencia que implica ver el anime y adentrarse en el mundo de sus personajes y sus respectivas actrices de voz, aunque considerando la extensión de esta publicación (incluso omitiendo nuestros incisos entre paréntesis y en las notas a pie de imagen), realmente es difícil imaginar que la historia todavía tiene mucho que ofrecer al ver la serie, o al sumergirse en el fandom, en reseñas de la obra, en sus presentaciones en vivo, en su discografía, o en el océano de sus videoblogs y entrevistas que siguen recibiendo traducciones hechas por entusiastas del grupo.

En otras palabras, incluso luego de leer esta publicación de principio a fin, si no han visto la serie de Wake Up, Girls!, aún es tiempo de hacerlo, pues nos dejamos muchas cosas en el tintero para evitar spoilers graves (y porque esta publicación ya es mucho más larga que el promedio en este blog). Dejamos links para ver o descargar la serie en los párrafos referentes a cada temporada.

¡No olviden dejar un comentario si llegaron hasta aquí! Nos gustaría saber qué opinan sobre nuestro intento de reseña, o si incluso les gustaría leer más publicaciones como ésta (aunque igual sólo haremos otra cuando se nos dé la gana, lo cuál podría no suceder nunca).

Gracias por su atención. ¡Nos leemos pronto!

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Posdata: Mayu 3D besto waifu.